
La práctica de la técnica de pesca del atún rojo del Green Stick comenzó hace muchos años en Japón, luego fue exportada a Norte América, y de allí pasó a Hawai, donde se ha convertido en la práctica más habitual por su efectividad y por ser tremendamente emocionante y divertido.
En el mundo de la pesca extrema, los capitanes y patrones más experimentados del mundo han comenzado a ponerlo en práctica, especialmente en Costa Rica, el Caribe y las Bahamas.
Green Stick está asociado con la ecología de la pesca sostenible ya que es quizás la más selectiva de todas las prácticas y técnicas de pesca que se conocen al limitar las capturas a los grandes túnidos que se alimentan en la superficie después de ser excitados convenientemente, y también al utilizar señuelos artificiales y no cebo vivo o congelado. Al mismo tiempo, esta técnica elimina las capturas ocasionales y por accidente de especies como tortugas, delfines, tiburones, etc.
El nombre de Green Stick proviene de la materia prima original utilizada por esos viejos y sabios pescadores, el bambú, ya que en sus orígenes se utilizaron cañas de bambú grandes y gruesas.
Actualmente, y con la llegada de nuevos materiales, el bambú fue reemplazado por fibra de vidrio y carbono, y son las materias primas más utilizadas para la construcción del gran mástil, capaces de elevarse muy por encima de la cota más alta del barco hasta alturas de 15 metros para poder pescar a distancias de 200 - 300 metros de la popa.
Hoy en día, el Green Stick ha evolucionado tanto que es fácil verlos con formatos telescópicos, con una base muy gruesa y fibra de carbono, divididos en una serie de elementos entrelazados entre sí, con los tapones o uniones protegidos con refuerzos metálicos. De la misma forma que vemos en las cañas telescópicas utilizadas en cualquier tipo de pesca desde la orilla.
Otro incentivo que justifica el uso intensivo de Green Stick es que convierte la pesca de atún tradicional y profesional en una verdadera pesca deportiva, eliminando el uso de cebos naturales, ya sean vivos o muertos, y el inconveniente de conseguirlos y mantenerlos en óptimas condiciones, ya que solo se montan señuelos artificiales.